Esta es una de esas plantas que… vista una, siempre la vas
a reconocer, pasa con unas cuantas, pero
no con todas, diría más: la mayoría son un tanto escurridizas, según el lugar
donde están, la tierra y un montón de otros factores, te pueden llevar a
engaño, cambia tanto su morfología que puedes pensar en otra especie o en otro
género que no tiene nada que ver con lo que en realidad es. ¡Uf!
De la familia de las Labiadas o de las Lamiáceas ( según se
mire, je, je, o según que guía botánica
escojas).
Es una planta de ciclo anual, con tallos ramificados desde
la base, que pueden alcanzar los 50cm. de altura. Toda ella ligeramente
vellosa, con un tacto sedoso. Las hojas son opuestas, las de la base pecioladas
y las superiores sésiles, ovadas y generalmente con el borde dentado, pueden
recordar (sobre todo al principio, a algunas mentas y otras hierbas aromáticas,
pero estas no huelen). Al final de las ramas se forma una inflorescencia, cuyas
flores, con un pequeño pedúnculo de más o menos 1,5cm, tienen dos labios: el superior bífido y el inferior entero, de color blanco
amarillento (generalmente el inferior más amarillo y con manchas oscuras), como
he dicho, inconfundibles.
Stachys proviene del griego “stajus” que significa espiga;
ocymastrum alude a su semejanza con el género ocimun. Se distribuye por el Mediterráneo,
principalmente occidental y Macronesia (madeira y Canarias).