60 – CONYZA BONARIENSIS Erigeron bonariensis.

Es una de las pocas hierbas que crece en verano, realmente comienza a salir al final de la primavera y no para de brotar, crecer y florecer a lo largo del verano y continua haciéndolo también en otoño.

Originaria de América del sur, se ha extendido por casi todo el mundo. Pertenece a la familia de las Compuestas (Asteráceas).

Planta anual, de porte erguido que puede alcanzar 60 cm. o más, generalmente ramificada. 

Las hojas tienen un color verde grisáceo azulado, son alargadas y estrechas, con borde liso o algo dentado y cubiertas de finos pelos. 

Las pequeñas  inflorescencias, que están al final de cada tallo, son de color blanquecino o crema y cuando fructifica forma aquenios  muy compactos con vilanos de color blanco, esto la diferencia de otras Conyzas  como la canariensis que los tiene amarillo tostado.

Parece ser que  tiene propiedades astringentes, diuréticas y tónicas y su aceite es antimicrobiano y antifúngico.

59 – CYNODON DACTYLON Grama común.

Bueno, hablemos de la grama…  Es una gramínea perenne de la familia de las Poaceaceas, originaria del sur de Europa y norte de Africa. Para mí, es la especie invasora Nº1, la temo más que a un nublado, con razón los jardineros la llaman “pasto del diablo”, aunque yo la llamaría hierba diabólica.

Se reproduce por semillas, que lleva el aire, estolones y rizomas que crecen rápidamente  hasta más de 1m., los primeros por la superficie de la tierra y los otros por debajo (profundizando todo lo que sea necesario para salvar obstáculos) tejiendo una tupida red prácticamente infranqueable con azadas y palas y que puede llegar a estrangular cualquier cultivo. Casi, por no decir imposible, de erradicar ya que a la dificultad de arrancarla, hay que añadir que un trocito de estolón o rizoma que se despiste entre la tierra agarra con un 99% de éxito.

Bastante abundante en todo el mundo, tiene su periodo de latencia (se pone amarilla/parda y no crece), en Castilla durante el invierno por las frías temperaturas y aquí en Cádiz en verano, supongo que por lo contrario.

Reconozco (aunque me cuesta) que tiene algunas cosas buenas: es muy resistente como césped y pasto , tiene un proceso de fijación del carbono muy eficiente y varias propiedades terapéuticas.

Hay otras variedades de grama, esta se distingue muy bien sobre todo por las inflorescencias que me recuerdan a las varillas de un paraguas.