Es un endemismo ( en zonas costeras ) del S.O. de Andalucía y sur de Portugal, aunque
también se encuentra en Málaga.
Se parece mucho a
otros Calicotomes pero, aparte de sus diferencias morfológicas, el
Jerguén necesita un clima suave y
le gusta estar al abrigo en matorrales junto a palmitos, en acebuchales,
alcornocales y pinares; lo cual me
resulta extraño ya que, siendo una especie espinosa, una tiende a pensar que se
trata de una planta capaz de nacer y desarrollarse en situaciones muy secas y
soleadas.
Es un arbusto de hasta 2m.o más de altura, muy ramificado y
espinoso. Sus hojas son trifoliadas y
caducas, lampiñas en el haz y pelosas en el envés. Las flores
que son amarillas y con la forma característica de las leguminosas -familia a la que pertenece- aparecen en los
nodos de las espinas o de las axilas de las hojas, a pares o en grupos mayores. El fruto son unas vainas, no muy largas, cubiertas de pelos blanquecinos de donde le viene su apelativo de villosa.
Como todas las leguminosa sus raíces fijan el nitrógeno en el
suelo, y al ser una planta espinosa nada apetecible por la mayoría de los
herbívoros, es una buena opción para la
estabilización y regeneración de
terrenos, ayudando a la supervivencia de
otras especies más vulnerables.
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