Bastante común en los entornos humanos, tiene mayor crecimiento en lugares algo
umbríos, donde puede alcanzar más de
medio metro de altura.
Es una especie dioica (hay ejemplares hembras y machos);
tallo erecto y ramificado, las hojas son lanceoladas con el borde
dentado, y las flores de color amarillo-verdoso.
En tiempos de Hipócrates ya se conocía como laxante, en la
Edad Media incluso se cultivaba en la huerta.
Aunque no está suficientemente estudiada, se la reconocen propiedades
laxantes, purgantes y diuréticas, pero puede ser peligrosa si se emplea sin
control y tener efectos secundarios si se consume cruda.
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