En este momento se encuentra en plena floración, y cada año
está más extendida por toda Tindara, así que, cuando segamos vamos aspirando
oleadas de su aroma tan rico y característico.
Conocida desde la antigüedad en todo el Mediterráneo y Asia
occidental, Pulegium viene del latín “pulex” que significa pulga, por su poder
para repeler a estos “lindos bichitos” y la verdad es que algo hace.
De crecimiento erecto, con tallos muy ramificados, puede
alcanzar los 40cm. Las hojas son pequeñas, alternas, lanceoladas y de un color
verde algo agrisado. Las diminutas flores, de color lila, se agrupan en
inflorescencias globosas que se disponen espaciadas al final de los tallos.
Contiene una amplia variedad de principios activos: ácidos (acético,
fórmico, láurico y salicílico entre otros), taninos, flavonoides, minerales
(aluminio, calcio, cobalto, fósforo, potasio, selenio, sodio y cinc) y unos
cuantos terpenos entre los que destacan el limoneno, mentol, pulegona, timol y
tuyona.
Tiene, por tanto, un
montón de propiedades medicinales tanto para uso interno como externo, además
es un repelente natural de pulgas, moscas, mosquitos, etc., pero no conviene
abusar de ella ya que tanto la pulegona
como la tuyona son principios tóxicos.
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