Todavía quedan unas cuantas plantas verdes de achicoria, a
pesar de los calores, con su inconfundible porte enmarañado, excelente para enredar
las mangueras de regar, y sus bonitas
flores azules.
De la familia de las compuestas (asteráceas) y originaria de
Europa, N de Africa y Asia, es una planta perenne con hojas basales en roseta,
dentadas, que pierde al final de su desarrollo. El tallo inicial se ramifica
numerosamente de forma muy irregular, con pocas hojas, pequeñas y afiladas.
Flores compuestas de color azul.
Es ampliamente conocida la infusión de su raíz tostada como
sucedáneo o como adulterante del café y más saludable que este. Sus hojas
tiernas también son comestibles, aunque son bastante amargas.
Contiene un montón de ácidos (ascórbico, chicorésico … ) . Lactucina
y lactucopricina en la raíz. Inulina, aminoácidos (treonina, lisina y valina,
entre otros) , minerales (calcio, fósforo, hierro, magnesio y potásio) en las
hojas. Y cicorina en las flores.
Por todo esto, las infusiones de hojas o raíces, según el
caso, se emplean para numerosos usos. Raices: como tónico y digestivo , mejora la insuficiencia hepática y biliar ,
favorece la circulación sanguínea , laxante y diurético. Hojas: ictericia y
anemia . Hojas frescas para afecciones de la piel y como astringente. También es rica en oxalatos, así que precaución los gotosos,
artríticos y los que hagáis cálculos de riñón.
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